Al besar se estimula una parte del cerebro, la cual libera oxitocina, que da como resultado una sensación de placer.
Pero eso no es todo; los besos provocan liberación de adrenalina, obteniendo un aumento del ritmo cardíaco, la tensión arterial y el nivel de glucosa en la sangre.
Así que, entre más apasionados sean los besos, más adrenalina es liberada en la sangre y mayores son los beneficios.
La ciencia asegura que al besar, uno ejercita 30 músculos faciales. Besar a tu pareja con regularidad, activa tu circulación y mejora la autoestima.
Además, las personas que lo hacen viven más años y sufren menos enfermedades. Esto se deba a que el beso moviliza secreciones hormonales que funcionan como analgésicos y fortalecen las defensas del organismo.
Por último, se dice que besar a la pareja durante diez minutos quema 150 calorías.
Y para terminar con este post dedicado al beso, unos cuantos tipos:
El tradicional: Es el clásico en el que alguno de los dos participantes toca sus labios con los de su pareja. Es simple y, por lo mismo, en algunos países es usado como un saludo sin connotación sexual.
El esquimal: Es tierno e, incluso, nos lo enseñan desde pequeños. Aquí no entran en juego los labios, sino la punta de la nariz, que se roza despacio con la de la persona con la que se interactúa.
El Francés: Conocido también como “profundo” o “de lengüita”, es de los más intensos y seductores.
Suele ser el típico beso adolescente o previo al ascenso de la pasión.
El de vampiro: El preferido por las novias celosas, que al hacerlo pretenden marcar a su hombre. Se trata de chupar el cuello hasta dejar un moretón. Puede combinarse con el “beso caníbal” (con mordiscos).
Si se quieren clavar en el tema: 30 tipos de besos según el Kamasutra
Eaaaa, a dar kikos!
Fuente: http://lukapink.wordpress.com/2007/10/19/propiedades-del-beso/
Saludos!
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